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Escoger alojamiento en Formentera puede resultar una tarea quimérica.

Escoger alojamiento en Formentera puede resultar una tarea quimérica para quienes han despertado tarde y han decidido que esta isla, a la que se ha bautizado como "el último paraíso del Mediterráneo", iba a ser el destino de sus vacaciones estivales.

Una buena búsqueda, sin embargo, nos puede deparar sorpresas, si lo que queremos es realizar una estancia que se alargue como mínimo una semana o, definitivamente, no nos importa que unas vacaciones en Formentera no coincidan exactamente con el verano astronómico.

Formentera es la isla con el clima más cálido y menos lluvioso de todas las Islas Baleares. La temperatura media anual es de 20 grados centígrados, y oscila entre los 35 grados de máxima en verano y las mínimas de entre 7 y 8 en invierno, época en que –al igual que en primavera- soplan vientos que atraen cada año a muchos amantes del windsurf y del kitesurf.

En cualquier caso, con el fácil acceso a la información que permite el uso de Internet, se puede consultar habitualmente el calendario de días libres del apartamento, villa o casa rural que se desee alquilar. Una información que se complementa con los precios y ofertas o descuentos si los hubiera.

Buscar apartamentos en Formentera con la pretensión de estar a pie de mar es más bien una tarea inútil, por la ausencia de construcciones en la mayor parte de su costa. Como reza parte de su reclamo turístico, "la apuesta desde hace décadas por un desarrollo sostenible ha hecho posible que hoy en día se pueda disfrutar de unas playas de belleza paradisíaca pero con todos los servicios y seguridad de un destino occidental".

En Formentera conviven las zonas dunares con los bosques de pino y de sabina. Las casas rurales en Formentera están ubicadas en un entorno en el que se percibe fácilmente que la arquitectura se ha adaptado a la naturaleza.

La Pitiusa menor estuvo aislada durante varios siglos, especialmente por la presencia de piratas, y hoy sólo se puede acceder a ella en barco. Esa preservación del entorno ha hecho de Formentera "el último paraíso del Mediterráneo".