Según el informe
presentado por Amnistia Internacional, durante el 2001 más de 3.048
personas fueron ejecutadas en 31 países, cifra que representa un
incremento de más del doble respecto a las 1.457 ejecuciones que
se registraron en el 2000.
El espectacular aumento de las ejecuciones en el mundo se debió
al mayor uso de la pena capital en China. Sólo entre abril y julio
de 2001 se ejecutaron en este país 1.781 personas, superando el
total de personas ejecutadas en el resto del mundo durante los tres años
anteriores.
Amnistía Internacional considera que "la pena de muerte es la
forma extrema de pena cruel, inhumana y degradante y una violación
del derecho a la vida, cuya protección es una responsabilidad internacional"
y ha solicitado a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas que en su periodo de sesiones de este año, actualmente en
curso en Ginebra, adopte medidas enérgicas contra la pena de muerte
y declare la suspensión universal de las ejecuciones.
Más información:
-
Comunicado de
prensa de Amnistía Internacional España (09/04/2002)
-
Amnesty
International Press Release (09/04/2002)
-
Amnesty
International Website Against the Death Penalty
Foto © AI