Un estudio
reciente de Carnegie Endowment for International
Peace analiza cómo dos regímenes autoritarios, China
y Cuba, están manteniendo el control sobre el impacto político
de Internet, mediante diversas estrategias restrictivas —controlando el
acceso y filtrando material— y de promoción —creando webs de propaganda
e incitando a los proveedores de contenidos a ser pro régimen.
Los casos de China y Cuba ponen en evidencia que diferentes tipos de
regímenes autoritarios pueden controlar y beneficiarse de Internet,
ofreciendo a la vez una guía muy útil para identificar los
métodos que utilizan otros regímenes autoritarios.