Mientras
Napster
intenta cumplir la orden judicial de impedir la transferencia de música
con derechos de autor a través de su servicio, el intercambio de
archivos MP3 continúa a través de servicios y programas similares.
Como Napster, de hecho, no aloja ningún archivo de música,
sino que las canciones se encuentran alojadas en los ordenadores de cada
uno de los usuarios conectados al servicio, el número de archivos
disponible en Napster depende de estos usuarios, y si los usuarios se van
a otro sitio, los archivos de música se van con ellos.
Muchos usuarios del servicio Napster ya han empezado a utilizar alternativas
para conseguir sus MP3s, como por ejemplo BearShare, Mactella y otros
programas
similares a Gnutella, así como servicios tipo
Aimster
y
OpenNap.